
La crisis más dura desde la Gran Depresión está haciendo temblar los cimientos del sistema capitalista tal y como lo conocíamos hasta ahora. La onda expansiva de este terremoto con epicentro en el sistema financiero, todavía se deja sentir en multitud de sectores y su final todavía nadie sabe a ciencia cierta cuándo llegará. Crisis financiera, hundimiento inmobiliario -con especial virulencia en España-, paro, menos consumo, deflación... Más paro. Alcanzaremos cotas no recordadas en muchos años y, lo que es peor, en poco tiempo vamos a desandar mucho camino de la sociedad del bienestar. El espejismo del sistema capitalista transformado en cruda realidad, es decir, que debemos volver a vivir acorde a nuestro nivel económico y no por encima de nuestras posibilidades.
Cuando el temporal escampe lo que nos va a quedar es un nuevo sistema capitalista, con unas reglas de juego distintas y muchísima desconfianza.
El tsunami financiero ha ido derribando una a una todas las piezas del dominó del sistema, alcanzando también al cuarto poder. Los medios de comunicación en prácticamente todo el mundo han sucumbido a la magnitud de la crisis, si bien depende del país y del tipo de medio.
En España, por no extenderme demasiado, los medios impresos están en una situación delicadísima como consecuencia de la reducción de los ingresos publicitarios y del crecimiento constante de los medios digitales.