Mucho se ha escrito y se ha dicho sobre la televisión digital terrestre (TDT) y su implantación en España, en sustitución de la tele analógica, ya desfasada y en vías de extinción. Pero, a pesar de la ingente cantidad de información que llevamos recibiendo en los últimos dos años, o quizás por eso, la inmensa mayoría de la sociedad asiste a su desarrollo sin saber muy bien para qué sirve. Porque sí, es cierto, con la TDT podemos recibir más de 30 canales, entre nacionales, autonómicos y locales; sí, también hemos oído que la calidad de la imagen es muy superior; o que la TDT permite la interactividad usuario-televisor. Todo esto, y mucho más, casi hasta el infinito, que hoy por hoy se queda en casi nada.
Aunque este tema daría para hacer una tesis, intentaré resumir en algunos puntos lo que pienso sobre la implantación de la TDT en España.
1. En abril de 2010, fecha para cuando está previsto el apagón analógico, no llegará al 100% de la población española, por lo que podría haber algún aplazamiento en alguna o algunas zonas.
2. La actual crisis hace inviable el desarrollo de todos los canales previstos en cada demarcación -en la de Sagunto-Lliria-Burjassot, por ejemplo, en la actualidad sólo está funcionando uno de los 4 proyectos previstos y, de ellos, el consorcio público se antoja imposible de crear-, aunque en circunstancias mejores dudo también de la viabilidad de muchas de las concesiones.
3. Miles de personas han comprado decodificadores para poder ver ya una TDT que apenas mejora los servicios de la actual televisión analógica y que no servirán para interactuar, por lo que dentro de unos años habrá que cambiarlos.
4. El Gobierno ha dilapidado millones de euros y ha dividido las comunidades autónomas en demarcaciones que, en demasiados casos, no tienen ningún sentido ni histórica, ni administrativa ni políticamente.
5. Algunas decisiones, como la TDT de pago, están pensadas para satisfacer a determinados medios de comunicación afines.
6. La pluralidad informativa no está garantizada en muchas zonas, donde se han otorgado concesiones a empresas con el mismo sesgo ideológico.
7. Muchos municipios, generalmente los más pequeños, se han quedado fuera de la planificación del Ministerio de Industria en cuanto a televisiones locales, privadas y públicas.
8. La futura hiperfragmentación de las audiencias no hará sino dificultar todavía más la viabilidad de muchos proyectos, que desaparecerán o estarán condenados a fusionarse, por lo que supondrá en la práctica la perversión de una de las razones por la que se creó la TDT, a saber, la mayor pluralidad informativa.
9. El nacimiento de televisiones mediante concesiones digitales está siendo un auténtico calvario, puesto que gobiernos autonómicos, como por ejemplo el valenciano, aunque no el único, siguen haciendo la vista gorda a televisiones que emiten ilegalmente en analógico. En la práctica esto significa que hacen una competencia desleal, puesto que prácticamente sólo tienen ingresos y apenas gastos.
10. El monopolio en la gestión y mantenimiento de los repetidores que lanzan la señal digital por parte de alguna empresa supone un gran problema para las nuevas concesionarias digitales.
Para quien quiera ampliar información lean el artículo publicado hoy mismo en prnoticias.com: http://www.prnoticias.es/content/view/10032077/227/. Este tema, como ya he dicho, da y dará mucho que hablar. Seguiremos opinando...
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