Parlem clar: de vergüenza

No suelo ver Canal 9, la televisión pública valenciana, por muchas razones, pero anoche, entre zapeo y zapeo, me quedé un rato escuchando a los contertulios del programa 'Parlem clar', conducido por María José Ferrer de San-Segundo, después de las etapas al frente de las cuales estuvieron Manu Ríos y mi ex compañera de LAS PROVINCIAS, María José Grimaldo. Siempre me pareció un programa del tipo 'quiero (imitar las grandes tertulias de las cadenas nacionales) y no puedo (más que llorar cuando lo veo).

Pero anoche, como digo, me atrapó. No por la gran labor de la presentadora, ni por los temas tratados, sino por los protagonistas que los analizaban. Esperé a ver cada uno de los contertulios y sus respectivos cargos. ¿Sucedería como en la mesa de análisis de 'La Noria' de Telecinco, con 3 periodistas de izquierdas y otros 3 de derechas? Ni de coña. 8 profesionales, que me merecen todo el respeto, pero todos alineados con una sola tendencia ideológica. A excepción de Antonio Casado, columnista de El Confidencial, que mantuvo una postura menos radical, todos repetían el mismo discurso, lo cual no hacía sino más soporífera lo que parecía una tertulia de café de amigos cabreados. Allí estaban Isabel San Sebastián, periodista y escritora; su ex amiga Carmen Gurruchaga, periodista; Pilar Cernuda, directora de Fax Press; y una sobrerepresentación de los dos periódicos más conservadores de España -sin ánimo de ofender- José Antonio Vera, director de Publicaciones de La Razón; Iñaki Zaragüeta, director de La Razón Comunidad Valenciana; Ignacio Camacho, columnista de ABC e Isaac Blasco, director de ABC Comunidad Valenciana.

Y, claro, parlem clar, ¿qué podía esperarse de un programa tan plural? Pues que tuviera una audiencia del 4'6% de cuota de pantalla, es decir, que había más gente aprendiendo inglés en el canal creado a tal efecto en la TDT.

Partidista, en castellano y sin periodistas de la terra, salvo uno. Creo que el director general de RTVV, Pedro García, y el mismísimo presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, que en última instancia decide, deberían reflexionar sobre este modelo de televisión. En la Comunitat Valenciana hay periodistas muy solventes como para tener que pagar con dinero público a profesionales de otras zonas. Al final, unos pocos copan todas las tertulias y se forran siempre los mismos para defender al partido y al gobierno de turno. Y, claro, al no ser valencianos, no saben utilizar la lengua de Ausiàs March y poco pueden hablar de los problemas que acontecen por aquí. O precisamente por eso.