La vida es un carnaval (dedicado a las hijas de Zapatero)

Decía Leire Pajín, la número 3 del PSOE e hija de Maite Iraola -la que ha preferido abandonar la militancia en el partido de su hija por un plato de lentejas al firmar la moción de censura contra el PP en Benidorm-, que el año que viene debíamos estar atentos a un 'acontecimiento planetario' (sic), refiriéndose a la coincidencia en el tiempo de la presidencia de Estados Unidos y la Unión Europea por Barack Obama y José Luis Rodríguez Zapatero, respectivamente. Pensaba que tan extraordinaria noticia se produciría a partir de enero de 2010, pero me equivoqué cuando vi la foto de familia de Obama y su mujer Michelle junto a Zapatero, esposa e hijas.

Las niñas de los Zapatero, menores de edad, posaron para la instantánea vestidas de góticas, la foto se publicó en todo el mundo y el vaticinio de esa estadista interplanetaria que es la Pajín se cumplió antes de tiempo, pues todavía a estas horas todo el mundo mundial e interplanetario, incluidos los tripulantes de la Enterprise, salvo respetadísimas minorías, sigue desternillándose de risa.

Y estalló el debate, en una doble vertiente, en todos los medios españoles sin excepción y batiendo récords de participación en todas las redes sociales de internet: ¿dónde está el Defensor del Menor en este caso o es que sólo merece protección Andreíta, la hija de Belén Esteban? Y, ¿es correcto que acudan a un acto oficial como si fuesen a un carnaval, aunque la vida sea un carnaval, como cantaba Celia Cruz?

Mi opinión es clara. Cada uno puede vestir como le dé la gana en su vida privada: en casa, por la calle,... Pero igual que uno no puede ir en bañador a una boda, parafraseando a un alcalde socialista amigo mío, tampoco es correcto posar en el Museo Metropolitano de Nueva York junto al presidente de los Estados Unidos y su esposa con tal atuendo.

Más allá de lo que debería decir y no ha dicho el Defensor o el Fiscal de Menores y más allá de la imagen ridícula que ha transmitido Zapatero 'and the gothic family' por el mundo al publicarse la fotografía -pese a los intentos por secuestrarla prohibiendo su distribución por la agencia Efe-, lo verdaderamente dramático para el presidente del gobierno ha sido el daño que ha causado a su imagen este acontecimiento interplanetario. Con la que está cayendo por su cuestionable y cuestionada gestión de la crisis económica -con un Pedro Solbes trinando después de abandonar su escaño-, sólo le faltaba este lamentable episodio en el que, como digo pese al aplauso de algunas minorías muy respetables, ha sido el hazmerreír de todo el mundo, incluido los tripulantes de la Enterprise.

No, no hay que llorar, que la vida es un carnaval.

Ver Vídeo 'La Vida es una Carnaval' de Celia Cruz