Se acerca el Día de la Madre y no quería pasar la ocasión, como ya hice
con mi padre, para hacerle un pequeño homenaje a la mía, Gregoria de la
Fuente Tercero, una mujer sencilla, pero extraordinaria, que sirve
también para reconocer a todas las madres.
Como cientos de miles
de personas, abandonó de niña su tierra natal en busca de un destino
mejor. De un pueblecito de Cuenca recaló en otro de Valencia. Eran los
primeros años del franquismo y se trasladó, junto a su numerosa
familia, a Masías (Moncada) y Torrent.
Apenas pudo estudiar porque
tuvo que cuidar a su madre enferma, que pronto moriría de cáncer, y a
sus hermanas, menores que ella. Los primeros años de juventud los pasó
trabajando y cuidando a sus seres queridos.
Toda una vida de
dedicación y entrega a los suyos, que ha hecho que mi madre tenga la
mayor fortaleza de cuantas personas conozco. Ha sobrevivido a la muerte
de su madre, pero también a la de una hija, víctima de otro terrible
cáncer. Un episodio de nuestras vidas muy doloroso, para todos, pero
especialmente para mis padres y mi sobrina. Pero ahí ha estado siempre
mi madre, al pie del cañón, no sólo con su hija, sino con toda la
familia, dándonos apoyo a todos y llorando en silencio y a escondidas
para que no la viéramos sufrir.
Ha sido madre y abuela y como
abuela, también ha sido madre, porque ha criado a la hija de mi hermana
fallecida. Al pie del cañón con todos y en todo momento. Un ejemplo de
entrega, sacrificio, amor y generosidad.
La he visto y la veo
sufrir muchas veces por sus hijos, sus nietas, sus hermanas, sobrinos y
por la gente que quiere. Es una persona honesta, noble, con un corazón
enorme, en una palabra: es una buena persona. Sin duda, una de las
mejores personas.
Así es mi madre. Gregoria de la Fuente
Tercero. Una persona, a la que no sólo quiero, sino a la que admiro.
Admiro su fortaleza, su entrega, su bondad y su gran sentido del humor,
muchas veces negro y corrosivo del que he bebido yo pequeños sorbos.
Mi
madre es, ante todo, un ejemplo a seguir. Una persona siempre dispuesta
a luchar a pesar de sus 75 años para ayudar en lo que puede y a su
manera a toda su familia y personas que conoce. Lo hace de manera
desprendida, porque le nace del corazón, porque es una buena persona.
Una persona que ofrece amor y cariño y que, por eso, es también muy querida.
Mamá, perdona por los muchos malos momentos que te he hecho pasar y gracias por existir.

PARA VOLVER A VER/LEER
- PROGRAMA ESPECIAL SOBRE HAITÍ CON IMÁGENES DE LA ZONA DEVASTADA...... COLUMNA DE LA IZQUIERDA
- PANORAMA DE LA SITUACIÓN DE LA TDT LOCAL EN LA COMUNITAT VALENCIANA: http://perevalenciano.blogspot.com/2010/01/el-fracaso-de-la-tdt-local-en-espana-el.html
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Una madre maravillosa y un hijo que ha estado y está a la altura. Tu madre debe estar muy orgullosa de ti. Un beso muy grande.
De tal palo, tal astilla. Tu madre debe estar muy orgullosa de ti. Bonito homenaje.
Publicar un comentario