La crisis aprieta y, en algunos casos, incluso llega a ahogar. Las televisiones privadas nacionales están en un proceso de adaptación a la nueva realidad existente después de que el Gobierno central aprobara la aparición de dos nuevas competidoras, Cuatro y La Sexta. Desde entonces hemos asistido a un aumento de la fragmentación de las audiencias, llegando al punto en el que nos encontramos, impensable hace sólo un año: La 1, líder; Telecinco, cuarta; las temáticas, en segundo lugar; la Sexta sumando puntos mes a mes, con la Fórmula 1 y las tardes sabatinas y domingueras copadas por el fútbol de primera.
Ante este panorama, que se acentuará cuando se produzca el apagón analógico -un auténtico desastre en su planificación y desarrollo, pero de esto ya escribiré en otra ocasión-, a las privadas sólo les queda, como se ha venido publicando en las últimas semanas, la opción de la fusión a dos o incluso tres bandas, pues la crisis económica mundial no ha hecho sino llevar hasta el abismo a algunas de estas empresas. Una pregunta en este punto: ¿de dónde saca el dinero La Sexta para emitir fútbol de Primera y la fórmula 1? ¿Por qué endeudarse hasta el infinito? Algún día hablaremos de cómo nacen algunos grupos de comunicación, casi siempre apadrinados por el poder político de turno.
Volviendo a las fusiones. Cuando se produzcan, ¿quién saldrá beneficiado? Las propias empresas. ¿Y perjudicado? Los telespectadores, que verán reducir la oferta programática, y los trabajadores. ¿Cuántos periodistas se han ido al paro en España en el último año? ¿5.000? Pues ríanse de la cifra, porque aún no hemos tocado fondo. Seguiremos opinando...
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo con lo que escribe el director de Tele7 Calenderona.
TE FELICITO POR EL GRAN ESFUERZO ESTAS REALIZANDO.
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