Jorge Alarte, secretario general de los socialistos valencianos
Primera parte
Segunda parte
Tercera parte
Cuarta parte
Quinta parte
Sexta parte
Toni Gaspar, miembro de la ejecutiva regional del PSPV
Primera parte
Segunda parte
Tercera parte
Cuarta parte
Quinta parte
Tercera parte
Para comprender lo que ha sucedido en Sagunto -la aniquilación de la dirección local del PSPV y la creación de una gestora- hay que hacer un poco de memoria. El Partido Socialista encabezado por Gloria Calero obtenía en 2007 el peor resultado de la democracia, con sólo 6 de los 25 concejales que conforman la Corporación, muy lejos de los 11 logrados por el primer alcalde de la democracia, Manolo Carbó 'padre', o de los 11 conseguidos también por el que fuera presidente de la Diputación de Valencia, Manolo Girona, en 1991.
PP y PSPV han seguido tendencias opuestas en cuanto a evolución de voto. Así, los socialistas lograban 11 ediles en 1991, 8 en 1995, 7 en 1999 y 2003 y 6 en 2007 -actualmente, con el pase al grupo mixto de uno de ellos se ha quedado con el grupo municipal más pequeño de la historia-. Los populares, por su parte, conseguían 2 concejales en 1991, 5 en 1995, 8 en 1999 y 2003 y 9 en 2007.
Es importante conocer el poder del segregacionismo en el Ayuntamiento, primero con el CIPS, con 8 ediles en 1991 y 5 en 1995 y SP, con 4 en 1999, 3 en 2003 y 6 en 2007, para entender la política de pactos en el Consistorio, que siempre ha pasado por estas fuerzas o por el apoyo del Bloc y EU en alguna legislatura.
De todos los pactos de gobierno es necesario hacer un pequeño ejercicio de memoria del tripartito de 2003 a 2007, pacto entre socialistas, EU y Bloc que auparon a Gloria Calero a la alcaldía, una legislatura que estuvo marcada por la crispación política. Segregación Porteña y su marca ciudadana, IP, supieron aprovechar los errores, cuantitativa y cualitativamente hablando, del tripartito en cuanto a simbología. En la ciudad de Sagunto existen dos núcleos de población y en el de Puerto de Sagunto una parte de la población sueña con ser un pueblo diferente. Polémicas sobre el topónimo del núcleo porteño a la hora de enviar la correspondencia y errores gestuales en el pleno del debate del expediente de segregación por parte de la alcaldesa, además de su mítica frase 'Sagunto, del mar a la montaña', fueron utilizadas por SP y algún medio de comunicación afín para sacar tajada electoral. El resultado en 2007 no podía ser más elocuente: el tripartito pasó de 13 a 10 concejales, el PP subió uno y SP resucitó y duplicó su representación, de 3 a 6 ediles. El gran triunfador, SP; los perdedores, el tripartito, en especial socialistas y EU. Hasta aquí, nada nuevo para los que conocen la política saguntina.
Esto sucedía en mayo de 2007, hace tres años. Antes, algunos con la boca pequeña y yo abiertamente en un periódico regional, ya advertíamos que la candidatura de 2007 del PSPV, calcada a la de 2003, conducía a los socialistas a la derrota, como así sucedió, con el peor resultado de la democracia. Una gestión muy mal explicada a la ciudadanía y los errores de bulto que daban oxígeno al segregacionismo obligaban a una renovación que nunca llegó. ¿Por qué?
La respuesta a la pregunta es el inicio de la explicación de por qué se ha llegado al extremo de anular una dirección local del PSPV, comandada por Manolo Carbó hijo, que fue elegida hace poco más de un año y cuya gestión fue refrendada por la militancia, sin votos en contra, hace dos meses. Pero eso será ya en la segunda parte.
La dirección regional socialista decidió hace un mes disolver la ejecutiva local -con poco más de un año de trayectoria- y constituir una gestora en el PSPV de Sagunto. La gestión de la dirección local, presidida por Miguel García y con Manolo Carbó como secretario general, logró el respaldo de la militancia hace apenas dos meses sin votos en contra. Sin embargo, el enfrentamiento con el grupo municipal parece estar en el origen de este ¿golpe de estado o terapia de choque? En dos partes, vais a encontrar el análisis y opinión sobre lo sucedido, así como las entrevistas emitidas por Tele 7 Calderona -ver parte superior- y realizadas a Toni Gaspar -miembro de la ejecutiva regional de Jorge Alarte-, Miguel García -ex secretario general de Sagunto y ex presidente de la última dirección local, quien se ha ido al grupo mixto- y a Manuel Girona -presidente de la Gestora, ex alcalde de Sagunto y ex presidente de la Diputación de Valencia-.
Para comprender lo que ha sucedido en Sagunto -la aniquilación de la dirección local del PSPV y la creación de una gestora- hay que hacer un poco de memoria. El Partido Socialista encabezado por Gloria Calero obtenía en 2007 el peor resultado de la democracia, con sólo 6 de los 25 concejales que conforman la Corporación, muy lejos de los 11 logrados por el primer alcalde de la democracia, Manolo Carbó 'padre', o de los 11 conseguidos también por el que fuera presidente de la Diputación de Valencia, Manolo Girona, en 1991.
La evolución electoral en Sagunto ha seguido patrones similares a los del resto de municipios valencianos, con la izquierda arrasando en las primeras elecciones democráticas, entre el PSPV y los comunistas, y el centro derecha naufragando entre la UCD y el CDS, primero, y más tarde AP. En otras ciudades valencianas, el cambio de color político, del rojo al azul, ha llegado antes. Pero en Sagunto no ha habido un vuelco electoral radical debido a dos factores, básicamente; el primero, porque se trata de una ciudad industrial con una tradición obrera y sindical importantísimas; y, el segundo, el deseo de segregación de una parte de la población del núcleo de Puerto de Sagunto dificulta sobremanera la consecución de la mayoría absoluta de alguno de los partidos mayoritarios. Todo ello explicaría que el Partido Popular, pese a ser el más votado desde las elecciones municipales del año 2003 no haya podido alcanzar cifras que ni siquiera se aproximen a los 13 concejales que dan la mayoría absoluta, aunque ya en 2007, con 9 ediles, se distanció de sus dos más inmediatos competidores, socialistas y SP, con 6 actas de concejal cada uno.
PP y PSPV han seguido tendencias opuestas en cuanto a evolución de voto. Así, los socialistas lograban 11 ediles en 1991, 8 en 1995, 7 en 1999 y 2003 y 6 en 2007 -actualmente, con el pase al grupo mixto de uno de ellos se ha quedado con el grupo municipal más pequeño de la historia-. Los populares, por su parte, conseguían 2 concejales en 1991, 5 en 1995, 8 en 1999 y 2003 y 9 en 2007.
Es importante conocer el poder del segregacionismo en el Ayuntamiento, primero con el CIPS, con 8 ediles en 1991 y 5 en 1995 y SP, con 4 en 1999, 3 en 2003 y 6 en 2007, para entender la política de pactos en el Consistorio, que siempre ha pasado por estas fuerzas o por el apoyo del Bloc y EU en alguna legislatura.
La ausencia de mayorías absolutas ha marcado la vida política municipal de la democracia.
De todos los pactos de gobierno es necesario hacer un pequeño ejercicio de memoria del tripartito de 2003 a 2007, pacto entre socialistas, EU y Bloc que auparon a Gloria Calero a la alcaldía, una legislatura que estuvo marcada por la crispación política. Segregación Porteña y su marca ciudadana, IP, supieron aprovechar los errores, cuantitativa y cualitativamente hablando, del tripartito en cuanto a simbología. En la ciudad de Sagunto existen dos núcleos de población y en el de Puerto de Sagunto una parte de la población sueña con ser un pueblo diferente. Polémicas sobre el topónimo del núcleo porteño a la hora de enviar la correspondencia y errores gestuales en el pleno del debate del expediente de segregación por parte de la alcaldesa, además de su mítica frase 'Sagunto, del mar a la montaña', fueron utilizadas por SP y algún medio de comunicación afín para sacar tajada electoral. El resultado en 2007 no podía ser más elocuente: el tripartito pasó de 13 a 10 concejales, el PP subió uno y SP resucitó y duplicó su representación, de 3 a 6 ediles. El gran triunfador, SP; los perdedores, el tripartito, en especial socialistas y EU. Hasta aquí, nada nuevo para los que conocen la política saguntina.
Esto sucedía en mayo de 2007, hace tres años. Antes, algunos con la boca pequeña y yo abiertamente en un periódico regional, ya advertíamos que la candidatura de 2007 del PSPV, calcada a la de 2003, conducía a los socialistas a la derrota, como así sucedió, con el peor resultado de la democracia. Una gestión muy mal explicada a la ciudadanía y los errores de bulto que daban oxígeno al segregacionismo obligaban a una renovación que nunca llegó. ¿Por qué?
La respuesta a la pregunta es el inicio de la explicación de por qué se ha llegado al extremo de anular una dirección local del PSPV, comandada por Manolo Carbó hijo, que fue elegida hace poco más de un año y cuya gestión fue refrendada por la militancia, sin votos en contra, hace dos meses. Pero eso será ya en la segunda parte.
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